Las investigaciones actuales reafirman y concluyen que el origen es una afectación del procesamiento fonológico, es decir, el niño tiene muchas dificultades en asociar el sonido con la letra que le corresponde, desencadenando errores al leer y al escribir. Es por ello, que es en la etapa escolar donde se identifica un mayor impacto.
Los primeros síntomas se detectan ya en etapa infantil, pero se diagnostica una vez finalizado 2º de primaria.
Nunca se debe esperar hasta 2º de primaria para intervenir y trabajar la dislexia, la intervención debe ser lo más pronta posible una vez identificadas las dificultades. La dislexia no se puede diagnosticar a temprana edad, ya que debemos observar una discrepancia del nivel de lectura de dos años como mínimo, y no es hasta los 8 ó 9 años, cuando esto se puede contrastar. A pesar de ello, el diagnóstico no es tan importante como la prevención, por lo que desde edades muy tempranas se pueden detectar ciertas peculiaridades que, aunque no nos den la certeza para establecer el diagnóstico, nos pueden guiar para llevar un seguimiento y/o intervención preventiva que paliará significativamente los efectos de una posible dislexia futura o que simplemente beneficiará el desarrollo y aprendizaje de los sujetos. La detección precoz, por tanto, es esencial tanto para la reducción de la gravedad del trastorno como para evitar las consecuencias emocionales que puede generar el hecho de tener una dificultad de aprendizaje en un área que es tan esencial a nivel académico.
Una vez que se sospecha de la existencia de dislexia, lo más apropiado es que la valoración la realice un equipo multidisciplinar, en el que cada profesional aplique las pruebas que le competen. Una evaluación multidisciplinar completa es la llevada a cabo por un logopeda, psicopedagogo o pedagogo, psicólogo o neuropsicólogo.
Para diagnosticar la dislexia, tenemos que destacar que no existe una sola prueba que pueda diagnosticarla pero es fundamental realizar una evaluación multidisciplinar. Previamente a las pruebas, se deben tener en cuenta varios factores, como son:
- El desarrollo de paciente: el historial médico será importante para descartar posible afección médica. En caso de no existir ningún problema de salud que pueda estar interfiriendo en el rendimiento escolar del niño/a, se tendrán que destacar otros puntos detallados a continuación.
- Temas educativos e historia clínica. Probablemente, se realicen preguntas sobre estos temas y es importante saber sobre las enfermedades hereditarias de la familia más cercana.
- La vida en el hogar. El terapeuta que realice la valoración del pequeño puede pedirle una descripción de la familia y la vida en el hogar, como quiénes viven en el hogar y si hay problemas de convivencia que generan dificultades emocionales.
- Cuestionarios. Una fuente de información importante son todos los contextos relacionados con la persona sospechosa de la afectación de dislexia. Para ello, suele ser común pasar cuestionarios a la familia y al contexto escolar para conocer su comportamiento y aptitudes en dichos contextos.
- Análisis psicológico. Un aspecto importante es su estado de salud mental. Esto puede ayudar a determinar si los problemas sociales, la ansiedad o la depresión limitan las habilidades de tu hijo.
- Pruebas de lectura y otras habilidades académicas. Es necesario realizar una serie de pruebas didácticas/psicopedagógicas para que el experto en lectura analice el proceso y la calidad de las habilidades relacionadas con la lectoescritura.
Para diagnosticar la dislexia es necesario realizar una evaluación previa de todos los procesos, conductuales y cognitivos, implicados en la lectoescritura, cuyos resultados deben cumplir los criterios establecidos por el DSM-IV, de exclusión, discrepancia y especificidad. Además, para defender el diagnóstico de dislexia evolutiva, se tendrán en cuenta otros aspectos importantes como los antecedentes genéticos y el tipo de intervención específica que ha recibido el sujeto.
En resumen, deducimos que lo más importante es realizar un diagnóstico detallado y exhaustivo, que nos ofrezca un perfil de rendimiento específico, con el fin de establecer estrategias de intervención adecuadas a cada niño y llevar a cabo programas de intervención y prevención lo antes posible.
Como recoge José Luis Galve Manzano en su publicación “Evaluación psicopedagógica de las dificultades de aprendizaje”, algunas de las pruebas de las que disponemos para evaluar la dislexia desde un enfoque centrado en los procesos o comprensión son:
- PROLEC: Batería de evaluación de los procesos lectores.
- PROLEC-SE: Batería de trece pruebas para evaluar y detectar dificultades lectoras en adolescentes de 12 a 18 años (de 1º de ESO a 2º de Bachillerato).
- BECOLE: Batería de Evaluación Cognitiva de la Lectura y Escritura.
- ECLE-1-2-3: Pruebas de Evaluación de las competencias de la comprensión lectora.
- BEL: La Batería BELde Evaluación de la Lectura es una prueba que se aplica individualmente.
- TEYL: test de lectura y escritura. Esta prueba permite analizar si un niño/a tiene dificultades o no en los procesos de escritura, permitiendo conocer el nivel de procesamiento en el que se dan dichas dificultades y la causa de ellas.
- VAVEL: prueba de valoración del vocabulario español. Creo que hay de varios niveles. No sé si tenemos que especificarlo.
- DST-J: Batería breve de screening o detección rápida de la dislexia.
- BIL 3-6: Batería de inicio a la lectura.
- LEE: Test de lectura y escritura.
- PEREL: Prueba de Evaluación del Retraso en Lectura, tiene como objetivo la evaluación del nivel lector de escolares de Primaria.
- TECLE: Test colectivo de la eficacia lectora.
- TECOR: test colectivo de discriminación ortográfica.
Este mismo autor recoge el nombre de las pruebas que pueden ser utilizadas para realizar la evaluación de la dislexia, centradas en un enfoque neuropsicológico. Estas son:
- CUMANES: es una batería para evaluar el nivel del desarrollo neuropsicológico globalde los niños e incide especialmente en la evaluación de las funciones mentales superiores que más influyen en los procesos de aprendizaje y en la conducta durante la infancia.
- CUMANIN: Permite evaluar, de forma sencilla y eficaz, diversas áreas que son de gran importancia para detectar posibles dificultades de desarrollo en unas edades que por coincidir con el inicio de la etapa escolar son esenciales en la evolución de los niños: Psicomotricidad, Lenguaje articulatorio, Lenguaje expresivo, Lenguaje comprensivo, Estructuración espacial, Visopercepción, Memoria icónica, Ritmo, Fluidez verbal, Atención, Lectura, Escritura y Lateralidad.
- LURIA-DNI: es una batería neuropsicológica centrada en una evaluación más cualitativa que cuantitativa, al no contar datos normativos.
- BETA: batería para la evaluación de los trastornos afásicos.
- RIENAL: Repertorio de Instrumentos para la Evaluación Neurolingüística de las Alteraciones del Lenguaje.
- EPLA: evaluación del procesamiento lingüístico en la afasia.
- TEST BARCELONA: Programa Integrado de Exploración Neurospicológica.