- Intervención cognitiva y conductual (Psicología).
Desde éste área se trabaja para conseguir un doble objetivo: por un lado, entrenar y potenciar los diferentes procesos cognitivos (atención, memoria, memoria de trabajo, planificación, inhibición cognitiva, razonamiento espacial y perceptivo) y por otro, intervenir en los aspectos emocionales y de conducta que puedan estar interfiriendo en la vida del niño o la niña, o en las personas y contextos que le rodean.
El refuerzo educativo tiene por objetivo aplicar los procesos cognitivos a las exigencias curriculares de su correspondiente nivel académico, y facilitar el aprendizaje de los contenidos escolares que le supongan alguna dificultad. Se interviene en: lectura, escritura, comprensión lectora, expresión verbal y escrita, ortografía, numeración y cálculo.
- Intervención en el lenguaje, el habla y la comunicación (Logopedia).
En muchas ocasiones, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, conlleva dificultades en la adquisición y el dominio del lenguaje, tanto comprensivo como expresivo. Asimismo, el niño o la niña pueden mostrar problemas añadidos en el habla o un déficit en la comunicación. En estos casos el área de logopedia interviene para estimular las áreas afectadas, estimulación del lenguaje y/o su adecuada construcción (ritmo y prosodia), el habla, la voz, la comunicación y la pragmática, en los casos en los que sea necesario.
- Asesoramiento a familiares.
Ya que el principal contexto del niño o la niña en la etapa escolar, es el que corresponde a la familia, y en ella se encuentran sus principales figuras de apego, consideramos imprescindible asesorar y formar a los familiares sobre las características del trastorno y las estrategias que se pueden aplicar desde casa para mejorar la convivencia familiar, el cumplimiento de normas y el control emocional y del comportamiento. Es por ello que ocasionalmente, son los padres los que acudirán a las sesiones, donde serán asesorados en este ámbito y se irá trabajando sobre las dificultades que vayan surgiendo. Es imprescindible que los padres tengan una información continuada de los procedimientos que utilizamos desde el centro con sus hijos, para que en casa también puedan ser aplicados.
- Tutorías en centros educativos.
Ya que todos los contextos del niño o la niña, influyen y se ven afectados por la problemática que supone un trastorno de conducta y cognitivo, creemos necesario mantener el contacto y trabajar de forma coordinada con los profesionales del centro escolar donde se desenvuelve el menor. Por ello, cada curso, solicitamos tutorías conjuntas entre los familiares, el centro escolar y los profesionales de VITAL. En ellas compartimos puntos de vista, señalamos objetivos y aportamos información que pueda ser beneficiosa para el trabajo con el niño o la niña.
- Talleres grupales de habilidades sociales.
Los déficits en el control de la conducta, la baja tolerancia a la frustración, la impulsividad y el desajuste emocional, suelen ser causa de conflictos entre iguales y relaciones sociales de mala calidad. Por ello, en VITAL ofrecemos intervenciones grupales para trabajar estos aspectos. Las habilidades en la interacción social requieren, para su correcto aprendizaje, el trabajo desde el grupo de iguales y se ha mostrado mucho más efectivo que la intervención individual en consulta. Las sesiones están constituidas por grupos de entre 2 y 4 personas y se organizan atendiendo a las características de los participantes y a su edad, ya que cada etapa en el desarrollo de los niños y los adolescentes, demanda necesidades específicas y requiere abordajes diferentes.